lunes, 28 de diciembre de 2009

De postre: OJITOS DE FRAMBUESA.

OOJJIITTOOSS DDEE FFRRAAMMBBUUEESSAA.

Ingredientes (para 40 masitas):
350 gr. de manteca - 150 gr. de azúcar impalpable (y un sobrante) - 4 yemas - 500 gr. de harina 0000 - 1 cdta. de polvo de hornear - 1 cda. de esencia de vainilla - Mermelada de frambuesa, frutilla o ciruela (cantidad necesaria).

¡A cocinar!
Batir la manteca con el azúcar impalpable hasta formar una crema. Luego, incorporar las yemas, la harina tamizada con el polvo de hornear y la esencia de vainilla. Mezclar bien hasta formar una masa blanda.





Trabajar rápido para evitar que la manteca se derrita. Con la mano, formar pequeñas bolitas y apretar en el centro con el pulgar para hacer un huequito. Con una manga, disponer la mermelada elegida en el hueco.

A continuación, colocar en una asadera limpia y llevar a horno precalentado moderado. Cocinar durante 20 minutos o hasta que empiecen a dorarse. Retirarlas del horno y dejar enfriar.
Espolvorear con azúcar impalpable.

¡Que las disfrutes!

Hoy: POLLO A LA NAPOLITANA CON PAPAS AL HORNO.

Hoy preparé POLLO A LA NAPOLITANA CON PAPAS AL HORNO, con una receta bastante fácil y rápida. Acá se las dejo:


Ingredientes:
Supremas de pollo (cantidad necesaria, de acuerdo con la cantidad de comensales) - Sal y pimienta (a gusto) - Orégano (a gusto) - 1 diente picado de ajo - Aceite (cantidad necesaria).
Para la cubierta:
2 tomates cortados en rodajas - 4 cdas. de queso rallado - Hojas de orégano fresco para espolvorear (a gusto) - 1 diente picado de ajo - 1 cda. de aceite.
Para acompañar:
1 k. de papa lavada - Aceite (cantidad necesaria) - Orégano (a gusto).

¡A cocinar!
Colocar las supremas de pollo en una fuente para horno. Condimentar con sal, pimienta y orégano. Esparcir el diente de ajo picado y rociar apenas con un hilo de aceite.
A continuación, llevar a horno precalentado a temperatura moderada a caliente por 20 minutos (o hasta que esté casi a punto).
Luego, retirar y distribuir por encima las rodajas de tomate. Espolvorear otra vez con el diente de ajo picado y el queso sobre las supremas. Llevar nuevamente al horno para gratinar. Retirar y espolvorear con hojas de orégano fresco para decorar.
Para el acompañamiento, pelar las papas y cortarlas en pequeños cubitos. Rociar con aceite una asadera apta para el horno y colocar las papas. Condimentar con sal y orégano y mezclar para esparcir el aceite. Llevar a horno suave y, cada tanto, revolver las papas y dar vuelta la asadera para que todo se cocine igual.

Y ahora, ¡a disfrutar de un rico almuerzo!

sábado, 26 de diciembre de 2009

Para esta época del año, ¿ qué mejor que empezar con un ríquisimo e infaltable PAN DULCE ?


¡Hola a todos y BIENVENIDOS!

Antes de empezar, quiero contarles un poco de mí:

Me llamo Josefina y me dicen Joti (de ahí el nombre del blog). Tnego 20 años y soy de la ciudad de La Plata, la capital de la provincia de Buenos Aires, en Argentina. Después de mucho tiempo de coleccionar libros de cocina, revistas y recetas originales, me decidí a crear y practicar todo lo que me gustaba. Así descubrí ¡CUÁNTO ME GUSTA COCINAR!

Joti de Sabores fue creado como un espacio que funciona como reflejo de esa pasión. Voy a mostrarles mis recetas preferidas y a narrarles mis experiencias (buenas y malas) en la cocina. ¡Acompáñenme!



Ahora sí, les cuento que, para esta Navidad, me animé a preparar un PPAANN DDUULLCCEE con una receta muy sencilla. A todos en mi familia ¡les encantó! Yo chocha y muy orgullosa.

Ingredientes:

1 k. de harina 0000 (y un extra) - 100 gr. de manteca - 4 huevos - 250 gr. de azúcar - 2 cdas. de miel - Ralladura de 1 limón - Ralladura de 1 naranja - 1 cda. de esencia de vainilla - 1/2 taza de leche tibia - 1/2 taza de agua tibia - 1 cubito o 50 gr. de levadura fresca - Frutas secas / frutas abrillantadas / chocolate.


¡A cocinar!

Poner en un bowl grande la harina y hacer un hueco en el centro para agregar la manteca blanda, los huevos, el azúcar, la miel, las ralladuras (algunos usan agua de azahar) y la esencia de vainilla.

Aparte, disolver con un tenedor la levadura en agua tibia (ojo con la temperatura, ¡que no esté demasiado caliente!). Luego, volcar el líquido en el hueco de la harina e integrar todo. Una vez que está todo bien unido, añadir la leche tibia.

Amasar bien. Si queda muy pegajosa, espolvorear con bastante harina, golpear contra la mesa y amasar un poco más hasta que tome consistencia lisa y elástica. Colocarla en un bowl, tapándola con papel film o un repasador.

Tarda muchísimo en levar. Lo ideal es dejar la masa de la noche a la mañana. Cuando te despiertes, no lo vas a poder creer.

Retirar la masa del bowl, estirarla un poco e incoporarle la fruta seca (almendras, nueces, avellanas o castañas de cajú), la fruta abrillantada y/o el chocolate, todo bien picado. Amasar hasta que se distribuya en toda la masa.

Si se quiere el pan dulce genovés, darle forma redonda y colocarlo en una asadera enmanteca. Si se quiere el pan dulce milanés, darle forma de bollo y disponerlo en el/los molde/s de papel (se compran en las casas de repostería). En cualquiera de los dos formatos, dejar levar nuevamente tapados. Luego, pincelar con huevo batido y llevar al horno a fuego medio de 45 a 60 minutos.

Recomendación:

Cuando cocines masas pesadas que llevan bastante tiempo de cocción, el horno debe estar bajo para dar tiempo al leudado. Si el horno quema debajo de las piezas, se corre el riesgo de que el exterior se queme en demasía, dejando el interior crudo. Para evitar esto y lograr que la temperatura se difunda mejor, se puede colocar sobre la chapa del horno una asadera dada vuelta.

Para comenzar, un breve repaso sobre la historia y los orígenes de la COCINA MODERNA.



Desde el hombre prehistórico, que se alimentaba de lo que le brindaba la naturaleza sin preparación alguna, fue surgiendo hasta el día de hoy –con la sofisticación de distintas técnicas- la cocina moderna.


La cultura de la forma de comer y cocinar más antigua proviene de la cocina china. Los griegos creían que la mesa tenía un origen divino.


La necesidad de alimentar grandes cantidades de personal (ejércitos, obras faraónicas de construcción, etc.) extendieron las costumbres culinarias, incorporando preparaciones y fórmulas gastronómicas de las tierras que conquistaron. Casi todas las nuevas presentaciones se desarrollaban en los grandes palacios de la aristocracia.


Con la Revolución Francesa surgió la industria de la entonces moderna gastronomía. Los chefs que trabajaban para dicha monarquía derrotada se quedaron sin trabajo, obligándolos a abrir restaurantes a lo largo de toda Francia.

En el siglo XVIII, el gran cambio que produjo la Revolución hizo combinar el arte culinario con el arte de servir. Esto fue para satisfacer las necesidades de la época en los importantes restaurantes.


El creador de la cocina clásica fue Marie-Antoine Carème (1783-1833). Su pasión por la gastronomía, específicamente la pastelería, se fusionó con la arquitectura. Fue ahí donde trasladó sus dibujos de arquitectura a sus pasteles, creando la torta de casamiento y el tallado de hielo y azúcar.


Otro gran chef francés fue Auguste Escoffier (1846-1935). Hizo su debut en el restaurante de su tío hasta la Guerra Franco-Prusiana en 1870, cuando se hizo cocinero del ejército. La experiencia militar le llevó a estudiar la técnica de las conservas en lata. Fue chef de los grandes hoteles como Savoy y Ritz, y Carlton, en Londres. Fue él quien propuso a San Fortunato como patrono de los cocineros. Su casa natal fue transformada en un Museo.
No sólo fue un creador, sino que también transformó los métodos de trabajo, relacionando el reparto de las tareas dentro de las brigadas y velando por la imagen del cocinero (limpio, meticuloso, que no bebe ni fuma). Cambió recetas tradicionales, como la salsa española y la alemana (llamadas bastardas); según él, debían ser reemplazadas por los fumets, los jugos naturales y los concentrados.


Los chefs de la época del 60 fueron los responsables de crear la “nouvelle cuisine”, dejando de lado principios tradicionales como el uso de harinas para espesar salsas, con la intención de buscar sabores más naturales y disminuir su tiempo de cocción.


La sofisticación ya no es aceptada en los años 80, donde se dejaron de lado ciertos excesos, se mantuvieron algunos conceptos de la cocina tradicional y la “nouvelle cuisine”, llegando así a un punto de equilibrio.